fbpx

Quiero compartir contigo una frase de Sócrates que resume mucho lo anterior: “si no consigues lo que quieres, sufres. Si consigues lo que no quieres, sufres. Incluso cuando obtienes exactamente lo que quieres, sigues sufriendo porque sabes que no podrás tenerlo para siempre. Tu mente crea esa situación”.

En el transcurso de la vida, tenemos muchas asignaturas pendientes que vamos completando una a una. Es un trabajo que nos debemos y que tarde o temprano tenemos la responsabilidad de llevar a cabo si queremos vivir sin ataduras.

Una de esas materias pendientes es la aceptación. Para nadie es un secreto que nos cuesta aceptar todo aquello que no nos agrada o que simplemente no corresponde con lo que esperamos. En efecto, existe una gran distancia entre las expectativas y la realidad, como resultado, creamos nuestro propio infierno.

Todo parte de este punto: “si no aceptamos la realidad y trabajamos para que las cosas sean distintas, nos estamos condenando a sufrir sin necesidad”. Este sufrimiento es el resultado de reacciones emocionales, ego mal manejado, actitudes, pensamientos sesgados y no por el problema en sí.

Pero cuidado, aceptar la realidad es también la capacidad de poder cambiarla. Solo tú, con conciencia, plenitud, y mucho trabajo emocional y mental tienes la tarea de aceptar tu realidad para poder modificarla.

Eres dueña de tu vida, lo que pasa, lo que ves y lo que sientes es de ti, no de nadie. Y la realidad no escapa a esto, es de suma importancia, que, si deseas cambiar tu realidad y convertirla en lo que anhelas, debes aceptar que lo que tienes ahora, es el resultado de tu responsabilidad.

Quiero compartir contigo una frase de Sócrates que resume mucho lo anterior: “si no consigues lo que quieres, sufres. Si consigues lo que no quieres, sufres. Incluso cuando obtienes exactamente lo que quieres, sigues sufriendo porque sabes que no podrás tenerlo para siempre. Tu mente crea esa situación”.

Cuando caemos en esa trampa de que nada nos satisface y supeditamos toda nuestra felicidad a alcanzar ciertas cosas, estaremos cayendo en una realidad donde esperar toda la vida por un futuro que nunca llega es la orden del día.

Sin embargo, aun en esos casos, es posible cambiar la realidad aceptando en principio que lo que se está viviendo es producto de nosotros mismos y en ese mismo sentido, nosotros mismo somos los que podemos cambiar la realidad indeseada.

Solemos tener creencias tan limitantes que nos dejan en una situación interior detestable, el no aceptar la realidad es un vivo ejemplo. Juzgamos sin reflexión, solo por repetición e incluso, basamos nuestras decisiones de vida en factores externos como noticias o política, que al final del día, ni siquiera le importamos.

Haz un trabajo interior antes de ceder a cualquier manipulación externa, de los medios, de los políticos, de la religión, de algún amigo o familiar. Tampoco caigas en la victimización y la irresponsabilidad de culpar a la “situación del país” para no cambiar tu realidad.

Acepta tu realidad, trabaja lo que necesite movimiento y estarás viviendo en la realidad que deseas. ¿Quieres vivir sin ataduras? Comienza por este punto y verás como la magia no proviene de afuera, sino de ti mismo.

REYNA REAL

Foto de Artem Beliaikin